El blog de Fani

Me gustas dragón cuando escupes con tu fuego, ese fuego atraviesa el hierro forjado en mi cuerpo. Tengo una coraza que sólo tu destruyes para entrar en él, auténtica magia lo llamo, con el poder que desprendes arrasas caminos, valles, montañas, vas rompiendo todo a tu paso para llegar hasta mi hogar, ese lugar donde espero que llegues y te alimentes de mí. Ese lugar que tiene un fin, el estar al lado de esa criatura sobrenatural que derrite con la lava de su cuerpo esta carne que ardiente de ella se funde hasta convertirse en cenizas de pasión para toda la eternidad.

Lo mejor del mundo es cuando me miras, sonríes y no dices nada. Me gustaría parar el mundo en este mismo instante en el que tu mirada choca con la mía, tímidamente levantas la cabeza, sonrío y en mi cuerpo empieza esa sensación de nervios que tanto me inquieta, no reacciono, sólo me quedo mirando a esos ojos que con luz fluorescente me miran hipnotizados, enviando señales destellantes a los míos que estallan de emoción al recibir esa descarga llamada ilusión.

Sentimientos que vienen y que van. ¿Porqué son tan contradictorios?  Unas veces sientes amor y al segundo puedes sentir un odio incontrolable. Al fin y al cabo estamos locos, y bendita locura la que nos hace sentir, por que ¿sin sentimientos que seriamos? A veces esa locura nos hace perder la cabeza y de que forma, hacemos todo lo posible para alejarnos de ese sentimiento llamado amor, para no hacernos daño, pero es tan fuerte que no podemos evitar ni sonreir, y asi es como empieza todo, con la más tímida de las sonrisas un dia cualquiera.

Una mirada tímida, un café a media noche, un beso dulce, sonrisas al amanecer después de pasar una noche en las estrellas, viajar a la luna sin salir de la cama, el olor del más dulce de los pecados embriagando tus sentidos, una lucha de caricias que acaban en besos profundos llegando al infinito de unos espasmos de placer acompañados de abrazos incansables y a la vez insaciables, un te amo antes y un te quiero después, pequeñas cosas del amor que nos hacen grandes adultos disfrutando como niños de juegos y tentaciones perfectamente en armonía.

Te prometo una mirada que diga lo que siento, un beso con sabor a alegría, una caricia con sensor de nervios, un olfato que nunca olvide tu aroma, a cambio prometeme días felices, días que sepan a gloría, besos profundos, caricias interminables, tu aroma mezclado con el mío, abrazos reconfortantes, una vida feliz a tu lado, sentir tus manos cálidas en mi cuerpo cuando sienta frío, mirame como si no me hubieras visto nunca y sigue haciendolo cuando llebemos años. No me trates como una princesa, pero consienteme y te consentiré, esto es suficiente para vivir una vida a tu lado.