Sonreír: siempre

Un día te levantas y lees que es un bonito día para sonreír y puede que sea asi. No hay que mirar atrás con tristeza ni hacia adelante con miedo. Hay que mirar alrededor con atención y sonreir dejando atrás velos que cayeron y quedaron olvidados, palabras que se llevó el viento: que en su momento hicieron daño, pero que hoy vuelan lejos. Recordar que vale la pena luchar por lo que uno quiere y que hay que pisar al frente con fuerza, que nada ni nadie importa, que nada ni nadie te condiciona. Sé tú, a tu manera. Sonríe y bailale a la vida que ella bailará contigo.

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