No es casualidad

Si mi vida se midiera en latidos, sería una carrera a cotrareloj. Mis pulsaciones se aceleran y no es ninguna casualidad, mi corazón bombea a la velocidad de la luz y tampoco es casualidad. Las pequeñas burbujas que parecen estallar en mi estómago tienen pinta de esas señales que pasan pocas veces en la vida. No es casualidad que mida la distancia entre tu boca y la mía cada vez que te miro, ni tampoco que mi cuerpo tiemble si te siento cerca. Si algo me traspasa el alma son tus ojos claros, y no, no es casualidad que seas tú mi adicción favorita en el mundo.

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